Mi corazón te extraña siempre habla de ti,

aunque a pesar de la distancia el palpita junto a tu corazón como si fuesen uno solo,

y es que tienen un lazo tan fuerte que ni el tiempo ni el olvido logrará romper esa unión,

porque mi corazón pertenece a tu corazón y el tuyo al mío.


Querida amada,


Quisiera expresarte todos mis sentimientos a través de esta carta pero lo que siento por ti es algo tan grande que si el universo fuese un papel tampoco me alcanzaría para escribírtelo, así que intentaré decírtelo en unos cuantos renglones.

Antes que nada me gustaría decirte que te admiro mucho, porque mujeres como tú hoy en día no existen, admiro tus valores, tus hábitos, tu ética, tú forma de ver al mundo pero sobre todo la forma en la que das amor a todos los que te rodean. Por eso me enamoré de ti, por lo que vales como ser humano y por lo que está en tu alma la cual es maravillosa.

Gracias a ti descubrí hace cinco años lo que es “sentir mariposas” en mi estómago, el latir de un corazón lleno de cariño, manos temblorosas y el tener la voz tímida al pensar que solo te vería. Los años pasaron y todo eso se convirtió en amor, un amor tan fuerte que hasta podría destruir tormentas si así lo quisiese, un amor tan consiente que te ante todo te respetaba, un amor tan leal y tan perseverante como el alma de un guerrero y un amor tan feliz que era capaz de darte tranquilidad. 

Nunca te dije que adoraba tu forma de mirarme, que me encantaba la forma en cómo movías tu cuello con tanta prudencia y sensualidad, que tu piel es perfecta, tampoco te dije que tu espalda me volvía loco; pero este es el momento preciso para decírtelo, porque tú eres tan perfecta como la misma naturaleza.

No te quiero negar que extraño tus besos, que mi alma se siente sola, que los viajes ya no son viajes, que Salento ya no es Salento, que el café ya no es café, que las flores ya no son bellas, que la felicidad ya no es completa y que el cielo ya no es tan azul desde que no estás. Y con esto no te quiero decir que te quiero conmigo pues sería un amor egoísta, por el contrario mi querida amada, quiero que seas una mujer feliz donde elijas estar, que nada ni nadie opaque tu luz, que seas una mujer llena de libertad y que tus sueños sean tu límite. Yo estaré acompañándote siempre porque tu felicidad es mi felicidad, tu libertad es mi libertad y no olvides que mi corazón está contigo tal como te he dicho el poema que te hice.


Con amor,


Tu amado

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